TERRAZAS COMUNITARIAS DE USO PRIVATIVO.
Queremos tratar un tema que genera polémica en las reuniones de vecinos, casi siempre por desconocimiento de la normativa: LAS TERRAZAS COMUNITARIAS.
Las discrepancias en las Juntas de Propietarios se originan cuando una parte de los comuneros dice que la terraza es comunitaria y otra parte que la terraza es privativa (aunque las posiciones suelen cambiar dependiendo del importe de la derrama).
En la constitución de la comunidad, lo normal es regular que el propietario de la vivienda que tiene derecho a disfrutar del uso exclusivo de la terraza, queda obligado a mantenerla en correcto estado de higiene, limpieza y conservación y, que los gastos de mantenimiento de la terraza, corren a cuenta de la comunidad.
Es decir, para que quede claro: Las reparaciones o mantenimientos extraordinarios de las terrazas, en cuanto que son elementos comunes, corresponden a la comunidad, pero el mantenimiento ordinario y limpieza de tales elementos, corresponde a los propietarios cuyo uso tienen atribuido privativamente.
En muchas ocasiones, los propietarios de las terrazas de los áticos, alteran su estructura, instalando elementos que suelen encontrarse anclados al suelo de la terrada, para lo que hay que perforar, por lo que, si la causa del daño puede demostrarse que es consecuencia de esa instalación, los gastos de mantenimiento serán a cargo del propietario, por haber modificado un elemento común y haber causado un daño (véase filtraciones, humedades… al piso de abajo). Igualmente, si la reparación necesaria se debe al uso ordinario, por ejemplo, grietas, baldosas rotas… el gasto corre a cuenta del propietario, pero si hay que arreglar la tela asfáltica, sería la comunidad quien asume ese gasto.
En este punto, recordamos al propietario de una terraza comunitaria de uso privativo, que tiene la OBLIGACIÓN de LIMPIAR Y CONSERVAR la misma.
¿Por qué incidimos en esto?
Con las primeras lluvias del otoño se nos han dado varios casos al respecto, incluido a nivel personal, de falta de conservación de las terrazas, donde los propietarios se despreocupan pensando que la comunidad lo arreglará y sin pensar que sus actos pueden tener consecuencias, hasta que ya es demasiado tarde. Ese abandono en el mantenimiento puede generar varios problemas a sus vecinos, desde goteras al piso inferior, como atasco a lo largo de la bajante, haciendo rebosar las pilas de las cocinas con toda la suciedad, afectando a otros propietarios.
La solución: paciencia, un buen seguro y una buena administración de fincas, y si está colegiada, mejor que mejor.